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EL SIMBOLISMO OCULTO QUE ENCIERRA EL AJEDREZ




El ajedrez tiene su origen en la India, su nombre original era “chaturanga”.  Para los brahmanes (la casta más elevada en el hinduismo), este juego es considerado una escuela iniciática, por todas las enseñanzas universales y esotéricas que recoge. Históricamente se dice que el juego del ajedrez llegó hasta Occidente de la mano de los persas y los árabes, aunque sabemos que Sócrates y Platón lo mencionan como una de las enseñanzas en las que se instruía en las escuelas egipcias y que fue inventado por el dios Thot.




El juego se realiza entre dos personas, cada una de las cuales dispone de un ejército  formado por 16 piezas móviles cada uno, que se colocan sobre un tablero de 64 escaques (casillas).

Las piezas que conforman ambos ejércitos son el rey y su dama, la reina, sin embargo, durante el Renacimiento esta la pieza de la dama pasó a estar representada por la figura del consejero del rey.  Otra variación se da en las figuras de los alfiles ya que en el ajedrez original, estaban representados por elefantes que eran utilizados para el combate en la India y, en Europa van a estar representando a los obispos, pudiendo observar el papel tan importante que jugaba la Iglesia en los asuntos de Estado en aquella época. Los caballeros están representados por las figuras de los caballos y las torres representan las fortalezas y los carros de combate. Finalmente, los peones son la tropa ligera que se coloca en primera línea, preparados para entrar en combate.





El tablero es cuadrado simbolizando el mundo material, lo terrenal, el mundo físico.  En su geometría podría simbolizar un yantra, una figura geométrica sagrada formada por 8 columnas horizontales y 8 verticales, 8x8= 64, los 64 escaques (casillas) que lo conforman guardan relación con la tradición china y los 64 hexagramas que configuran el texto del I-Ching, con sus 8 trigramas iniciales. 32 escaques blancos y 32 negros, además de las 32 piezas en conflicto. El número 32 tiene una relación directa con el Árbol de la Vida de la Cábala, constituido por 22 senderos y 10 sefirot, total 32 senderos que tendrá que abrir y recorrer cada persona en la conquista por su  liberación.
Los escaques o casillas de color blanco representan lo manifestado refiriéndose a la tierra o el mundo físico; siendo las de color negro representantes de lo no manifestado, el cielo.



La forma geométrica del tablero representa al Absoluto (Purusha) la Unidad, la unión de todas las posibilidades cósmicas. El Creador que está presente en toda la Creación, sin constituir ninguna de sus partes. 

La batalla es un simbolismo del combate arquetípico librado entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, entre los devas o dioses (personificaciones perfeccionadas) y los asuras (demonios o personificaciones brutas). El bien y el mal se oponen pero a su vez se complementan; no puede existir un héroe sin que a su vez exista un villano.
Existe también una referencia simbólica a la guerra santa que todo "ser humano consciente" libra entre su espiritualidad y sus tinieblas, entre su mundo interior o el espiritual y su mundo exterior o físico y material.




En la partida cada jugador es libre de elegir el movimiento de la pieza que desee (libre albedrio), sin embargo, si tiene claro su misión, el propósito del juego y el conocimiento de las reglas que lo rigen, la elección de la pieza y el movimiento que efectúe, será más certero que si lo realiza de un modo impulsivo, el cual que por muy libre y espontáneo que pueda parecernos en el fondo es inconsciente y ciego, pudiendo producir consecuencias desastrosas. Si nosotros los seres humanos nos conocemos bien a nosotros mismos,  entendemos el sentido del juego de la vida, nuestra misión en ella y conocemos las reglas o principios universales que la rigen, nuestros movimientos en la vida serán más efectivos y nos ayudarán a librar la batalla interior que necesariamente se refleja en el exterior a modo de proyección.

El tablero, las piezas y el jugador representan el cosmos, con elementos opuestos y complementarios que libran una guerra simbolizando el camino hacia el conocimiento, el viaje hacia la identidad del Ser, el verdadero conocimiento de Sí Mismo. El fin último del ajedrez es proteger al rey, es él quien representa al Sí Mismo, al Espíritu.

Los movimientos que realizan los jugadores con las piezas pueden ser axiales siguiendo un eje horizontal o vertical, donde se va atravesando alternativamente ambos colores. Movimientos diagonales siguiendo un solo color y movimientos complejos, como el que efectúa el caballo.

Hay un total de 32 piezas, 16 por ejército que a excepción del rey, la reina y los peones, todas las demás son dobles, hay 2 torres, 2 caballos y dos alfiles, cada una de ellas estará situada en un cuadro negro y otro blanco, representando así el carácter dual presente en nuestro mundo físico.
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    - El peón es la pieza más numerosa y menos valiosa del tablero de ajedrez, su movimiento es inusual, normalmente se mueven hacia delante una casilla cada vez. La excepción es la primera vez que se mueve un peón puede hacerse adelantando dos casillas hacia delante; otra curiosidad es que la única forma que tienen un peón de capturar al contrario es en diagonal, el resto de piezas capturan del mismo modo en el que se mueven. Si el peón es capaz de llegar al otro extremo del tablero, entonces se promociona a cualquier otra pieza, a excepción del rey. El valor del peón aumenta a medida que se aproxima hacia su promoción.



Los peones representan el peregrinaje hacia el conocimiento y la libertad, es la capacidad de cada uno para mejorar, para evolucionar, de irnos perfeccionando. Se trata de un camino lento sin vuelta atrás, lleno de sacrificios.


La torre, es una pieza poderosa en el juego se mueve en línea recta horizontal y vertical a lo largo de cualquier número de casillas y junto con la Reina son las únicas que pueden plantear por si solas un ataque directo al rey, jaque mate, sin ayuda de otras piezas. 




Las torres situadas en las cuatro esquinas dan forma al cuadrado de delimita el tablero de juego y como anteriormente he mencionado simboliza el mundo material, físico o terrenal. Las torres también representan a los 4 elementos (fuego, aire, agua y tierra) que dan forma al mundo físico. También representan las columnas del Templo de Salomón y son las puertas de paso,  pilares de sabiduría o las columnas del Rigor y de la Misericordia en el Árbol de la Vida Cabalista, por eso el rey las considerada sus protectoras por excelencia. 
La torre  está implicada en un movimiento especial, el enroque, en el que el rey y la torre se agrupan en una posición defensiva.



- El caballo, es un pieza especial ya que posee flexibilidad en su movimiento y es la única pieza que puede saltar otras piezas como similitud alegórica del fuego; su movimiento tiene forma de L (dos casillas en horizontal o vertical y otra más en ángulo recto) saltando de un color y terminando en el color opuesto y en una columna diferente.



El caballo representa el paso a un nivel de consciencia diferente, una nueva percepción de la realidad, también representan simbólicamente la intuición, la sabiduría interior, escuchar en nosotros la voz de nuestro maestro interior.


- El Alfil recordemos que en origen está representado por un elefante y en el Renacimiento se le transforma en Europa en un obispo. El alfil se mueve en línea recta diagonal cualquier número de casillas siempre del mismo color.



Los alfiles representan la unión cielo y tierra, es la restricción a la expansión que veremos en la reina. Simboliza también la lealtad y el seguir siempre por el mismo camino ya que siempre se mueven por el mismo color.


- La reina es la pieza más poderosa en el ajedrez, se mueve en las 8 posibles direcciones, cualquier número de casillas (siempre que no estén ocupadas), ya sea en línea recta horizontal, vertical o en diagonal, se mueve como la torre y el alfil juntos, lo que le otorga múltiples posibilidades. 



En realidad, la reina es el propio rey desdoblado en lo femenino. La dama es la Shakti del hinduismo que transforma la energía concentrada en el rey.

Ella representa la fuerza expansiva del universo y el poder temporal. Es también la representación del alma, el puente entre el mundo espiritual y el mundo terrenal.

- El rey es la pieza más importante del ajedrez, aunque tiene poca movilidad y eso le hace a su vez una de las piezas más débiles del juego. Se puede mover igual que la reina en cualquier dirección pero sólo una casilla, un movimiento circular. Una restricción que padece el rey es que no puede moverse a ninguna casilla que le exponga al ataque de un oponente lo que se llama “jaque” y si esto ocurre, se verá forzado a moverse y/o atacar. Todas las piezas pueden ser capturas excepto el rey, el juego termina en el movimiento anterior a su captura con un “jaque mate”: “El rey está atrapado”.




El rey está situado en el centro de un círculo que puede trazar con su movimiento, el círculo representa la perfección, así como el mundo y el poder espiritual, el Sí Mismo, el Espíritu.
También vemos que 3x3= 9, el Cuadrado Mágico de Saturno está formado también por nueve casillas.



La enseñanza del juego de ajedrez es una representación del juego de la vida que estamos viviendo, encontrando un sentido superior a esta, un propósito, cuya finalidad sería la de alcanzar la Unidad, a partir de experimentar los opuestos. Entender que este Universo obedece a una Geometría Sagrada matemática, que es perfecto en su creación y en su propósito, que funciona según unos Principios Universales. El éxito en la batalla no obedece a la suerte o al azar sino a la sabiduría. Es fundamental para quien despierta atender correctamente a estos principios universales para usarlos a su favor.

Ley de Causa y Efecto, también llamada Ley del Karma o 3ª Ley de Newton a cada acción le corresponde una reacción, es una de las enseñanzas que integra el juego de ajedrez. “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa de la ley.”

Ley de Polaridad, Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semi verdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.”El ajedrez nos instruye sobre la concentración, la planificación, el análisis, la toma de decisiones, el aprender a ser pacientes y disciplinados, sobre la práctica de la estrategia y la lógica. Nos enseña que las victorias son ganadas con esfuerzo y por aciertos propios, aprendiendo así a confiar en nosotros mismos; del mismo modo que las derrotas son consecuencia de nuestros propios errores.

Ley de Vibración, "Nada está inmóvil, todo vibra.", es decir, que todo en el Universo y la Naturaleza está en constante movimiento.


Esta es batalla simbolizada en el juego del ajedrez, es la batalla que todos estamos llamados a librar, es el viaje para identificar al verdadero Ser, para alcanzar el verdadero conocimiento de Sí Mismo. Se trata de un viaje de perfeccionamiento, para ir reconociendo nuestra luz y nuestra oscuridad, reconciliando nuestros opuestos y transcendiendo toda condición para unirnos de nuevo a la Verdad Suprema, regresando a casa, a nuestro Origen y poder disfrutar del merecido descanso del guerrero que ha triunfado después de la dura batalla.

Mientras no trabajamos en conocernos mejor a nosotros mismos, en encontrar nuestro propósito vital, mientras no descubrimos los misterios que encierra la vida, jugamos como peones fácilmente sacrificables. Recordad que sólo aquellos peones que logran llegar hasta el extremo contrario son promocionados, evolucionando en cualquiera de las piezas superiores.



Para vencer en esta batalla tenemos que derrotar al “hombre viejo” que hay en nosotros para dar espacio al nacimiento al “hombre nuevo”.

LOURDES MORALES MESA
El Símbolo Iniciático.

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